TRANSFORMA TU FORMA DE PENSAR TOMANDO CONCIENCIA DEL SESGO DE NEGATIVIDAD

¿Te has dado cuenta alguna vez de que lo negativo te afecta más que lo positivo?

Esto se conoce como sesgo de negatividad.

El sesgo de negatividad es una tendencia psicológica humana a dar más importancia a las experiencias negativas que a las positivas.

Esto significa que los acontecimientos desagradables o amenazadores tienen un mayor impacto en nuestras emociones, pensamientos y comportamiento que los acontecimientos agradables o tranquilizadores. Los seres humanos siempre tenderemos a recordar más lo negativo que lo positivo.

Por ejemplo, una crítica puede recordarse durante más tiempo y afectar más a nuestra moral que un cumplido.

Este sesgo puede influir en nuestras decisiones, nuestra percepción del mundo y nuestras interacciones sociales, haciéndonos estar más alerta ante posibles peligros y problemas, a menudo en detrimento de nuestro bienestar general. Comprender este sesgo nos permite equilibrar mejor nuestras perspectivas y cultivar una actitud más positiva y resistente.

CONSEJOS PARA EVITAR EL SESGO DE NEGATIVIDAD

  • Sé consciente de las cosas
    • Sé consciente del sesgo de negatividad y de su influencia en tus pensamientos
  • Practica la gratitud
    • Concéntrate diariamente en los aspectos positivos de tu vida
  • Pon las cosas en perspectiva
    • Considera los aspectos positivos de cada situación
  • Entrenar el pensamiento positivo
    • Utilizar técnicas y afirmaciones para contrarrestar los pensamientos negativos
  • Cultiva la empatía
    • Intenta comprender las motivaciones y circunstancias de los demás para reducir los juicios negativos rápidos
  • Da un paso atrás
    • Cuando te enfrentes a una situación negativa, tómate un momento para reflexionar y evaluar todo el panorama de forma equilibrada

CAMBIA TU FORMA DE VER LAS COSAS

Ya habrás oído frases como “deberías haber hecho eso” o
“va a ser complicado”.

Estas frases reflejan lo que puede producir el sesgo de negatividad.
¡Una experiencia negativa!

Es más probable que recordemos lo negativo que lo positivo: ¡es una pena, pero es humano!
Sin embargo, no tener en cuenta este sesgo psicológico puede poner en peligro tus relaciones con los demás.

Sustituye estas frases por :

  • “Gracias por tomar la iniciativa de…”.
  • “Habría sido un placer acompañarte, pero no estaré disponible. Sugiero que lo hagamos en otra ocasión”.
  • “No tengo capacidad ni energía para acudir a nuestra cita, ¿te importaría posponerlo hasta mañana?”.

Empezamos con una premisa negativa, ¡y conseguimos transmitir una emoción positiva!

DESCUBRE NUESTRA FORMACIÓN EN GESTIÓN DE RECLAMACIONES Y TRANSFORMA TU EXPERIENCIA DE CLIENTE

Descubre el curso